El viejo celoso

El entremés tiene lugar en la casa del matrimonio de Lorenza y Cañizares. Lorenza es una mujer muy joven que está casada un viejo muy celoso llamado Cañizares, que hace que ella se sienta muy desgraciada. Los celos de Cañizares le llevan a dejarla encerrada todo el tiempo en su casa.
Lorenza se queja a su vecina Hortigosa sobre su desgracia, y esta se ofrece a ayudarla, y le dice que ella le puede traer a un joven para alegrarla. Lorenza, después de pensarlo, acepta la oferta de Hortigosa cuando Cañizares no está en su casa.
Hortigosa va a casa de Lorenza con la excusa de venderle un guadamecí porque necesita dinero para sacar a su hijo de la cárcel, pero detrás del guadamecí se esconde el joven que le trae a Lorenza, al que esconde en un cuarto de la casa.
Después de discutir con su viejo y celoso marido, Lorenza entra en el cuarto con el joven para estar con él, a escondidas de su marido.
Cañizares quiere abrir la puerta donde está su esposa con el joven, Lorenza sale y le tira una vasija de agua en los ojos para que su marido no pueda ver cómo el joven se escapa. Cañizares al no ver nada, no se da cuuenta de que su mujer ha estado con el joven.
Lorenza no soporta la situación y le recuerda a Cañizares lo miserable que se siente al estar casada con él porque es muy celoso. Como estaban discutiendo con un tono bastante elevado, un alguacil llama a  la puerta y les pregunta que es lo que está pasando, en ese momeno entran el alguacil, unos músicos y la vecina Hortigosa a la casa.
Cañizares le dice al Alguacil que solo se trata de una discusión de matrimonio, después le dice a Hortigosa que todo es culpa de ella, pues no le  gustan nada las vecinas fisgonas. Lorenza, por lo contrario, dice que ella ama a las vecinas, a lo cual Cristina, la criada, responde, “Yo también; mas si mi vecina me hubiera traído mi frailecico, yo la tuviera por mejor vecina, y adiós; señoras vecinas.”


Clara Pérez Akkad 1ºA