Las experiencias paranormales de mi vida
No entiendo nada, ¿por qué me tiene que pasar todo a mí?
Aquella mañana de invierno me desperté como siempre, a las 7:00am. Hice mi cama, me duché, me vestí, desayuné, me lavé los dientes y me fui a la calle a esperar.
Justo al abrir la puerta de la calle, debe ser porque todavía era de noche, me tropecé y me caí al suelo. Me desmayé, pero supongo que por poco tiempo porque todavía veía las farolas del cielo al despertarme. Al abrir los ojos, todas las personas se habían quedado de piedra. Sí. Literalmente. Cuando me di cuenta al levantarme del suelo, me había convertido en "Medusa", y no podrás imaginarte lo asqueroso que era tener una cabeza llena de serpientes. Quise buscar ayuda pero me di cuenta de que si la pedía, las personas me tendrían que mirar, y si me miraban, las convertiría en estatuas. En ese momento me entró el pánico hasta que vi a una persona igual que yo. Otra "Medusa". Se acercó a mí rápidamente y empezó a darme bofetadas en la cara como si estuviera pegando a un saco de boxeo como si no hubiera un mañana. En ese instante me dio un calambre en la pierna y por el dolor, cerré los ojos.
Al abrirlos por segunda vez me dí cuenta de que esa persona era mi amiga. Me dijo que me había encontrado tirado en el suelo. Cuando me explicó lo que había pasado, me di cuenta de que todo había sido un sueño. Nos fuimos juntos al instituto y mientras, estuve recapacitando. No hubo ninguna "Medusa" pero sí un gran golpe en la cabeza.
Aquella mañana de invierno me desperté como siempre, a las 7:00am. Hice mi cama, me duché, me vestí, desayuné, me lavé los dientes y me fui a la calle a esperar.
Justo al abrir la puerta de la calle, debe ser porque todavía era de noche, me tropecé y me caí al suelo. Me desmayé, pero supongo que por poco tiempo porque todavía veía las farolas del cielo al despertarme. Al abrir los ojos, todas las personas se habían quedado de piedra. Sí. Literalmente. Cuando me di cuenta al levantarme del suelo, me había convertido en "Medusa", y no podrás imaginarte lo asqueroso que era tener una cabeza llena de serpientes. Quise buscar ayuda pero me di cuenta de que si la pedía, las personas me tendrían que mirar, y si me miraban, las convertiría en estatuas. En ese momento me entró el pánico hasta que vi a una persona igual que yo. Otra "Medusa". Se acercó a mí rápidamente y empezó a darme bofetadas en la cara como si estuviera pegando a un saco de boxeo como si no hubiera un mañana. En ese instante me dio un calambre en la pierna y por el dolor, cerré los ojos.
Al abrirlos por segunda vez me dí cuenta de que esa persona era mi amiga. Me dijo que me había encontrado tirado en el suelo. Cuando me explicó lo que había pasado, me di cuenta de que todo había sido un sueño. Nos fuimos juntos al instituto y mientras, estuve recapacitando. No hubo ninguna "Medusa" pero sí un gran golpe en la cabeza.
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