ALBA
de Federico García Lorca
Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada
La verdad es que a mi no me suelen gustar los poemas, tengo que reconocerlo, pero hace unos meses más o menos me encontré con este poema. Es de los pocos textos que con solo unos cuantos versos es capaz de hacerte entender lo que se puede llegar a sufrir por amor. Es triste, pero es una realidad, creo que refleja muy bien el sufrimiento del alma al perder a una persona que quieres. Recomendaría este poema a aquellas personas que al igual que yo nunca se han fijado en los sentimientos que te puede llegar a transmitir un simple verso, a que lo lean, lo sientan y lo entiendan, porque, queramos o no, todos vamos a pasar por algo parecido alguna vez en nuestras vidas.
Marta Garcés Martí
Muy bien tu reflexión, Marta.
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