JAMÁS SABRÁS POR QUÉ (Karine Giébel)
Narra una historia sobre Benoit Lorant, un inspector de la policía de Besançon (Francia), quien estaba casado pero aun así su deseo por otras mujeres le impedía serle fiel a su esposa. Aunque su esposa sabía lo que Benoit hacía, nunca le dijo nada al respecto, ya que sabía que por mucho que Benoit se acostara con otras mujeres, únicamente la amaba a ella.
Una de las mujeres con las que Benoit se acostó era la hija de Cristina, una psicóloga que trataba a Natalia (que estaba en tratamiento desde los dieciséis años a causa de la pérdida de su hermana gemela) y a Fernando (quien había matado a una chica de dieciséis años y necesitaba ayuda psicológica).
La hija de Cristina, después de acostarse varias veces con Benoit, éste no quería saber nada de ella, él solo la veía como algo pasajero, mientras que ella se había enamorado. Al no ser recíproco, ella decidió suicidarse, pero quedó en coma y Cristina juró venganza.
Cristina sabía que Fernando había sido el asesino de Ainhoa, la hermana gemela de Natalia, y decidió emprender su plan. Consiguió que Fernando tirase todas las pertenencias de Ainhoa en ciertos sitios cerca de donde vivía Benoit, dejando pistas que, seguidamente encontraría Natalia. Natalia estaba empeñada en encontrar al asesino de su hermana, y Cristina con la ayuda de Fernando (que creía que deshacerse de todo eso le ayudaría a pasar página por el asesinato de Ainhoa) le fue dando falsas pistas que apuntaban a Benoit.
Natalia era una mujer joven y atractiva y no le costó llamar la atención una noche a Benoit, y cuando consiguió distraerle hizo que se desmayara y seguidamente lo llevó al sótano de una casa en una carretera donde no le encontrarían.
Benoit sufrió todo tipo de torturas, desde bañarse con agua fría hasta ser envenenado, era invierno y cada vez estaba más devil, y no sabía quién era esa Ainhoa a la que se suponía que había matado. Natalia contaba todas las semanas lo que se suponía que hacía en sueños al asesino de su hermana, y Cristina la animaba.
Pero entonces, un día Natalia le dijo la fecha exacta de la muerte de su hermana, y Benoit le demostró que por aquel entonces él estuvo fuera del país.
Natalia, agobiada y nerviosa, se sentía culpable por todo lo que había hecho pasar a un inocente, y cuando se decidió a sacarlo de ahí resbaló por las escaleras y murió electrocutada por los cables que había colgando por la pared debido al mal estado del sótano.
Benoit echó a llorar y vio como media hora después entró una mujer con el rostro cubierto, la pidió ayuda pero esta, se limitó a escribir en la pared "Jamás sabrás por qué".
Dos horas mas tarde llegó la policía, que durante toda la historia estaban en su búsqueda, pero Benoit ya había muerto.

Recomiendo esta historia porque a mi parecer no es muy extensa, se coge muy bien el hilo y es bastante fácil de leer.

Arantxa Da Silva 1BtoA.

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